Barajas, en la actualidad un distrito perteneciente a Madrid, comenzó a desarrollarse a partir de su casco histórico como consecuencia de la construcción del aeropuerto Madrid-Barajas (desde 2014 llamado Adolfo Suárez Madrid-Barajas como reconocimiento al que fuera artífice de la Transición y primer presidente de la democracia en 1977) que entró en funcionamiento en 1931.
El proyecto de la construcción de un aeropuerto civil para Madrid data de un par de años antes. Se contemplaron distintas ubicaciones, pero fue finalmente la del municipio de Barajas la que se eligió al tratarse de una amplísima zona deshabitada y sin obstáculos que pudieran interferir. Además estaba muy bien comunicada con la capital por la antigua Carretera de Francia, la actual A-2. El hecho de que el aeropuerto estuviese en su término municipal, ha aportado a sus habitantes innumerables ventajas pero también inconvenientes, éstos últimos reflejados en las múltiples reivindicaciones y protestas por el ruido que el aeropuerto genera al ser el primer aeropuerto español, no solo por el número de pasajeros, sino por operaciones y carga.
Además del barrio del Aeropuerto, Barajas tiene a su vez los de Casco Histórico, Alameda de Osuna, Timón y Corralejos. Éste último alberga el Campo de las Naciones donde está el Palacio de Congresos Municipal y el Parque Ferial Juan Carlos I. Se pretendía potenciar la zona a nivel turístico y empresarial, y que pudiera acoger congresos internacionales. Coincidiendo con el hecho de que Madrid fuese capital Europea de la Cultura en 1992, se inaugura el Parque Juan Carlos I, el de mayor extensión de Madrid si descontamos La Casa de Campo. Tiene un tren gratuito que lo recorre y en su interior hay un lago, un auditorio al aire libre y un número representativo de esculturas abstractas.
El barrio de Alameda de Osuna perteneció a Madrid desde el siglo XIX, antes que Barajas que lo hizo en 1949, pero finalmente quedó adscrito como uno de sus barrios en la última recalificación. Las ruinas del castillo de los Zapata (s, XV), también conocido como el de La Alameda o Barajas son las únicas que se conserva dentro de la ciudad de Madrid. Del siglo XVIII y principios del XIX es el Parque de El Capricho, uno de los más bonitos de la ciudad. Lo mandó construir la duquesa de Osuna que murió sin verlo totalmente terminado. El Palacio, el Salón de Baile, la Ermita, el Laberinto de arbustos o los estanques son muestra de este jardín del Romanticismo único en Madrid. Dentro del mismo se encuentra La Posición Jaca, búnker construido al final de 1936 alejándolo en lo posible del frente y que albergaba el Cuartel General de la Defensa de Madrid.
Aunque al decir Barajas es inevitable relacionarlo con el aeropuerto, podemos decir que en la actualidad se trata de un distrito que ofrece modernas instalaciones y residencias y bien comunicado con Madrid tanto a nivel privado como público y que la construcción de los PAUs de Barajas y Valdebebas ha supuesto un rejuvenecimiento de la población.