El distrito de Tetuán tiene su inicio en 1860 cuando el ejército que resultó victorioso en la Guerra de África, acampó en la dehesa de Amaniel, esperando a entrar triunfalmente en Madrid. Esto nunca llegó a suceder y el campamento se fue convirtiendo en permanente, propiciando que numerosos comerciantes se fueran instalando en su entorno originando el barrio de Tetuán de las Victorias, por ser de esa ciudad marroquí de donde regresaban. Debido a los altos impuestos, incluso por el paso de personas y mercancías, que tenía Madrid, se fueron abriendo tiendas de alimentación y merenderos en su frontera, que eran frecuentados por los madrileños. Igualmente muchos de los que emigraban a la capital se instalaron en el barrio así como en otros barrios del extrarradio. En la novela de Blasco Ibáñez La Horda (1905) se describe cómo era Tetuán a principios del siglo XX, así como las barriadas que se iban levantando en torno a la Carretera Mala de Francia.
Debido a su gran extensión y al número de personas que vivían allí pero trabajaban en Madrid, se puso enseguida en funcionamiento el tranvía y más adelante el metro, inaugurado en su línea Progreso - Cuatro Caminos en 1919. Cuando diez años después se amplió la línea hasta Tetuán, el desarrollo del barrio fue notable, llegando hasta Cuatro Caminos. A mediados del siglo XX se convirtió en distrito independiente, toda vez que al incorporarle a Madrid una década antes, lo hizo junto a Chamartín.
El contraste entre los distintos barrios del distrito es notable, no solo por el nivel socio-económico, sino por el envejecimiento de la población en unos casos y el desarrollo en infraestructuras y viviendas en otros. Podríamos decir que es el distrito con mayor porcentaje de habitantes extranjeros, lo que hace necesario solucionar su integración.
La calle Bravo Murillo actúa como frontera de las zonas más envejecidas y degradadas, como son los barrios de Bellas Vistas, Berruguete y Valdeacederas en contraste con los de Cuatro Caminos y Castillejos. El derribo de las infraviviendas de viejos asentamientos para la construcción de la Avenida de Asturias en el barrio de Almenara, ha supuesto una importante transformación urbanística de la zona.